La piel normal es un tipo de piel que se considera equilibrado y saludable. Tiene una apariencia suave y flexible, con una textura uniforme y un tono de color regular. Las personas con piel normal generalmente tienen poros pequeños y una cantidad adecuada de producción de aceite, lo que les permite mantener un equilibrio entre la hidratación y la protección de la piel.
Para mantener una piel normal saludable, se recomienda seguir una rutina básica de cuidado de la piel que incluya limpieza regular con productos suaves, hidratación adecuada y protección solar diaria. Además, es importante llevar una dieta equilibrada, beber suficiente agua, evitar el estrés excesivo y descansar adecuadamente para promover la salud y el equilibrio general de la piel.
