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¿Necesito exfoliar mi rostro?

Es importante incorporar una exfoliación facial dentro de tu rutina, ya que esta ayuda a mejorar la textura, eliminar las células muertas y obtener una piel más suave, iluminada y tersa.  Aquí tienes una guía detallada para llevar a cabo una exfoliación eficaz y segura:


1. Conocer tu tipo de piel : El primer paso es entender tu tipo de piel, ya que cada uno necesita diferentes tipos de exfoliantes:

    • Piel seca o sensible: Exfoliantes suaves, como los enzimáticos o productos con partículas finas.
    • Piel grasa o mixta: Exfoliantes con ingredientes como el ácido salicílico o el glicólico, que controlan el exceso de grasa y ayudan a destapar los poros.
    • Piel normal: Puedes usar exfoliantes mecánicos o químicos con moderación.

    2. Limpieza previa: Antes de exfoliar, es fundamental lavar bien el rostro con un limpiador suave para eliminar la suciedad, grasa y restos de maquillaje. Esto prepara la piel para recibir el exfoliante de manera más eficaz.


    3. Elige el exfoliante adecuado

    • Exfoliantes físicos: Contienen partículas pequeñas que eliminan las células muertas al masajear la piel. Son adecuados para pieles normales o grasas, pero deben ser suaves para no irritar la piel.
    • Exfoliantes químicos: Contienen ácidos como el ácido glicólico, salicílico o láctico, que disuelven las células muertas sin necesidad de frotar. (Nuestro catálogo aún no cuenta con exfoliantes químicos)

    4. Aplicar con suavidad (exfoliantes físicos): Aplica el exfoliante sobre la piel seca. Usa movimientos circulares suaves con las yemas de los dedos, evitando el área de los ojos. No es necesario frotar con fuerza, ya que no necesitas irritar la piel. 


    5. Enjuaga con agua tibia: Asegúrate de enjuagar completamente el exfoliante con agua tibia. El agua muy caliente puede resecar o irritar la piel, mientras que el agua fría no eliminará bien el producto.


    6. Hidratar la piel: Después de exfoliar, es esencial hidratar la piel. Aplica un tónico para equilibrar el pH de la piel y luego un sérum o crema hidratante para nutrir y calmar la piel. Esto también ayudará a restaurar la barrera protectora de la piel.


    7. Frecuencia de la exfoliación: Es importante no exagerar con la exfoliación. Aquí te damos unas pautas según el tipo de piel:

    • Piel seca o sensible: Exfolia 1 vez por semana.
    • Piel grasa o mixta: 2-3 veces por semana es suficiente.
    • Piel normal: Exfolia 1-2 veces por semana.

    8. Usar protector solar: Después de exfoliar, tu piel puede estar más sensible a los rayos UV, por lo que es esencial aplicar un protector solar si vas a estar al aire libre, incluso si no hay mucha exposición directa al sol.


    9. Evitar exfoliantes agresivos: No utilices exfoliantes con partículas demasiado grandes o rugosas (como azúcar o sal gruesa) en la cara, ya que pueden causar microdesgarros en la piel.